miércoles, 7 de octubre de 2015

Vitaminas y minerales para la psoriasis




El uso de ciertas vitaminas, minerales o suplementos, bajo supervisión médica, complementa el tratamiento convencional y puede ayudar a prevenir o superar la enfermedad. Estos componentes pueden suplementar la cantidad de elementos que muchas veces la dieta diaria no aporta en cantidad suficiente. Entre los principales tenemos:


- Vitamina A :
Es bien conocida la importancia de la vitamina A en el cuidado de la piel. Una alimentación rica en alimentos que contienen vitamina A ayuda a prevenir y mejora las condiciones de los enfermos de psoriasis. ( La dosis habitual es de 25000 UI durante 30 días para pasar a una dosis diaria de 10.000 UI)
-Vitamina E: Poderoso antioxidante cuyas propiedades en el mantenimiento y salud de la piel están bien demostradas. ( La dosis habitual es de unas 400 UI diarias repartidas entre las tres principales comidas)
- Ácidos grasos omega-3: Sus efectos se deben a sus propiedades antiinflamatorias y al hecho que muchos alimentos que contienen este principio son ricos en vitamina D. ( La dosis habitual es de 3000 mg diarios de aceite de pescado repartidos en 3 tomas o 2000 en caso de diabetes)
- Cinc: Este mineral ayuda a mantener la piel en buen estado. Además se ha comprobado como las personas con psoriasis tienen más dificultades para conservar este componente. Se debe añadir cobre si el tratamiento se prolonga más de 30 días dado que el cinc hace que la absorción del cobre sea menor) ( La dosis habitual diaria para el cobre es de 30 mg y para el cinc de 2 mg.)

- Ácido lipoico: Por sus propiedades antioxidantes ayuda a mejorar los síntomas de la enfermedad ( La dosis habitual es de 150 mg al día)
- Ácido fólico: Otro antioxidante interesante en el tratamiento de esta enfermedad ( La dosis habitual es de 450 mg diarios repartidos en 3 tomas durante las principales comidas - unos 7 mg por cada kg de peso de la persona)
Pimienta de cayena: El uso de infusiones de pimienta de Cayena puede ayudar a mitigar el picor. ( Infusión de un cuarto de cucharadita de pimienta de Cayena en un vaso de agua caliente. Beber a lo largo de todo el día en sorbitos pequeños)
Incluso más interesante resulta el uso de la capsaicina , extraída de la pimienta de Cayena, para el tratamiento externo de esta enfermedad. ( Las cremas o ungüentos deben aplicarse dos o tres veces por día y requieren unos cuantos días para que se vean los efectos positivos. En caso de no experimentar mejoría al cabo de unas semanas o incluso si se presenta un deterioramiento de las condiciones del paciente se debe abandonar el tratamiento)

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